Suite Ma. Elena Santana

Maria Elena Santana: Un legado familiar

Nace en Guadalajara, Jalisco, el 13 de agosto de 1925. A la tierna edad de tres años, su familia se traslada a Tlaquepaque, donde se comienza a forjar su historia. En medio de un entorno que fomentó su espíritu emprendedor, contrajo matrimonio con Simón Sánchez, con quien tuvo ocho hijos. Su vida fue un reflejo del trabajo duro y la dedicación a la familia, algo que llevaría consigo en su futuro profesional.

De carpintería a fábrica de muebles

En 1949, marcó el inicio de su camino empresarial al abrir un taller de carpintería, un pequeño espacio que pronto se transformó en una fábrica de muebles conocida como “El Tular”. En esta fábrica, se empleó a trabajadores locales, apoyando a la comunidad y contribuyendo al crecimiento económico de Tlaquepaque. Con el tiempo, El Tular se destacó como la mayor fabricante y comercializadora de equipales, un mueble tradicional de la región, y muebles coloniales de palma tejida. Sus diseños exclusivos la convirtieron en la pionera en la industria de muebles en su localidad.

Un impacto que traspasa fronteras

A lo largo de los años, esta increíble mujer se consolidó como la primera empresaria de Tlaquepaque, llevando su producto emblemático, el equipal, a mercados internacionales. En los años 70, fue la primera en exportar el equipal a Japón, marcando un hito en su carrera. Durante el sexenio de Luis Echeverría, su trabajo fue reconocido en el Palacio Nacional, surtiendo equipales para las fiestas patrias. Además, su empresa también abasteció a algunas embajadas de Estados Unidos y contaba entre sus clientes a artistas, embajadores, empresarios y gobernadores. Su legado perdura aún después de su fallecimiento en Tlaquepaque, Jalisco, el 21 de enero de 1999, dejando una huella imborrable en la historia de la región.